La fotógrafa submarina Argentina Romina Giorno comparte su experiencia transformadora tras nadar junto a 10 majestuosas ballenas jorobadas en el Pacífico Sur, en el marco de uno de los fenómenos más impresionantes de la naturaleza: el “HEAT RUN”. Este evento, que ocurre cuando las ballenas migran a aguas más cálidas para aparearse, es una celebración de la vida marina que deja una profunda impresión en quienes tienen la fortuna de ser testigos.
El “HEAT RUN” es un espectáculo natural que desafía la imaginación: ballenas jorobadas saltando y cantando en un despliegue de vitalidad que resuena en el océano.
Durante esta época, los machos compiten entre sí para atraer a las hembras, lo que da lugar a un despliegue asombroso de acrobacias y comportamientos sociales. Las ballenas jorobadas son conocidas por sus saltos, giros en el aire y el distintivo canto de los machos, que puede escucharse a kilómetros de distancia. Este canto no solo es una forma de comunicación, sino también una forma de cortejo que resuena en el océano, creando una sinfonía natural que hipnotiza a quienes la escuchan.
“Estar en el agua ante estos seres majestuosos, es un recordatorio de la belleza y la fragilidad de nuestros océanos”, comenta Giorno. “La conexión que se establece en esos momentos es indescriptible, un encuentro que trasciende las palabras y nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo submarino.”
Romina, comprometida con la conservación, organiza cada año expediciones que no solo permiten a los participantes observar la magnificencia de la vida marina, sino que también promueven la conciencia sobre los retos que enfrenta nuestro planeta. A través de estas experiencias, busca destacar la importancia de cuidar los océanos, el impacto del cambio climático y la necesidad de coexistencia armónica entre las especies marinas y los humanos.
“Cada encuentro con la vida marina es un paso hacia la comprensión y el respeto de cada especie. Espero que mi trabajo inspire a otros a explorar, aprender y, sobre todo, sensibilizar, y motivar el cuidar nuestros Océanos”, añade Romina.
“Nadar con ballenas en libertad es una experiencia emocionante y desafiante. Sabemos que ellas son conscientes de nuestra presencia, eligiendo acercarse y ser vistas, lo que añade un nivel de conexión que es difícil de describir”. Agrega.
Romina Giorno sigue compartiendo su pasión y compromiso por los océanos, contando historias que nos conectan con la naturaleza y nos inspiran a ser sus guardianes.



